El ambiente laboral puede ser agobiante si no se fomentan hábitos saludables a nivel personal y organizacional. En este artículo te entregamos una guía inicial para comenzar el cambio.
Los cambios en las estructuras organizacionales, debido a las últimas contingencias mundiales, nos han llevado a replantearnos los tiempos, la modalidad y el entorno laboral en el que se desarrollan nuestras actividades.
Según el último informe People at Work 2022: A Global Workforce View del ADP® Research, reconocido instituto estadounidense de investigación laboral, el 53% de las personas a nivel mundial afirmaron que su trabajo se ve afectado por una mala salud mental.
Si miramos esta cifra, conociendo los estragos que producen en todo ámbito de la vida, el estrés, la ansiedad, la depresión, entre otras, no nos sorprende que esto afecte directamente al desarrollo profesional de un individuo.
En promedio, la jornada laboral es de 8 horas diarias en nuestro país, esto significa que sin contar las horas en las que dormimos, pasamos la mitad de nuestro día en el trabajo. Esto nos hace ver el panorama desde una mirada más amplia y tridimensional, nos permite comprender la importancia no solo del entorno sociolaboral, sino también de otras variables como la prevalencia de los hábitos saludables en la rutina, la infraestructura, las oportunidades profesionales, las pausas y tiempos libres durante la jornada laboral, y por sobre todo, el impacto en el colaborador y su entorno, buscando que finalmente se sienta apreciado como parte importante de su trabajo y que éste sea un lugar donde pueda proyectar su desarrollo.
Cultura del bienestar en la organización

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Esto nos lleva a la siguiente palabra clave: bienestar.
Dentro del ambiente laboral, la Cultura del Bienestar se refiere principalmente a la labor y responsabilidad de los líderes a proveer y promover un ambiente saludable y acogedor para sus equipos de trabajo, teniendo en cuenta aspectos sociales, físicos y mentales. Además, es importante que se fomente el autocuidado.
Para ello, es necesario que toda la organización se involucre en crear este cambio, desde los encargados de bienestar y calidad de vida, a los líderes de equipos, gerencias y finalmente el colaborador que, junto a todos los demás participantes, deberá tomar una responsabilidad colectiva y personal en favor de mejorar su salud ocupacional.
Pero, ¿cómo conseguimos lograr instalar esta cultura del bienestar y finalmente beneficiarnos de un ambiente de bienestar generalizado, que repercuta positivamente en el capital humano? Para ello, existen algunas claves y recomendaciones que han surgido como tendencias dentro de las organizaciones que buscan este propósito. Son aquellos que logran convertirse en promotores de la Salud en el Trabajo y el autocuidado, y que finalmente ven resultados positivos como, por ejemplo, menor absentismo laboral, mayor productividad, mejora en las relaciones sociales, mayor compromiso e identificación con el lugar de trabajo, aumento de la calidad de vida y salud mental, entre otros grandes beneficios.
¿Qué acciones podemos tomar para tener una oficina más saludable?
1 – Pausas activas
2 – Promoción de una alimentación saludable
3 – Promoción de la actividad física
4 – Iluminación e interiores
5 – Ergonomía
6 – Apoyo psicosocial
7 – Promover las buenas relaciones humanas
8 – Capacitación a líderes
Una oficina más saludable es tarea de todos los actores participantes, pero principalmente debe ir acorde a la visión de la organización. Hoy existen distintas instancias para promover estructuras donde existan espacios que acojan y brinden bienestar en todos los niveles.
People at Work 2022: A Global Workforce View