El invierno es una época del año en la que nuestro cuerpo necesita un impulso extra para mantenerse fuerte y saludable, ya sea física como mentalmente. Las bajas temperaturas, los días más cortos y pasar más tiempo en espacios cerrados pueden hacer que nuestro sistema inmunológico se vea comprometido. Durante el invierno, también es común que nuestros niveles de actividad física disminuyan, lo que puede afectar nuestra salud general y nuestra capacidad para enfrentar las enfermedades estacionarias. Además, en esta época solemos comer comidas menos saludables (como las frituras), alimentos que pueden no proporcionar todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para mantenerse en óptimas condiciones. Por estas razones, es crucial prestar especial atención a nuestra alimentación y estilo de vida durante los meses más fríos para asegurarnos de que estamos proporcionando a nuestro cuerpo todo lo que necesita para funcionar correctamente.
En el invierno podemos estar más tristes
¿Te has sentido un poco más triste estas últimas semanas? ¿Te ha embargado un sentimiento de nostalgia? No estás solo/a, muchas personas experimentan el «winter blues» o trastorno afectivo estacional de patrón invernal (TAE). Este trastorno es un tipo de depresión que ocurre en una temporada específica, generalmente en invierno, debido a la reducción de la luz solar, lo que afecta el reloj biológico y los niveles de serotonina en el cerebro. Los síntomas del TAE incluyen:
- Fatiga
- Tristeza
- Irritabilidad
- Cambios en el apetito, generalmente comer en exceso
- Falta de concentración
- Aislarse socialmente
- Pérdida de interés por realizar actividades
Aprende a transitar el invierno
Ya conocemos las causas y los síntomas de este repentino cambio en el estado de ánimo, así que ahora la invitación es a reflexionar en torno a las acciones que podemos tomar para mantener nuestro bienestar emocional a través de la incorporación de una rutina optimista y saludable.
En los siguientes puntos te explicamos algunas de las claves para enfrentar el TAE este invierno:
1) Alimentación
La naturaleza nos proporciona una variedad de alimentos que pueden ayudar a fortalecer nuestras defensas y mantener nuestro estado de ánimo en equilibrio durante los meses fríos. Los cítricos y su gran aporte en antioxidantes, los fermentados y sus probióticos, las verduras de hojas verdes como la espinaca y acelga, las almendras y frutos secos en general, el té verde y las semillas de chía, son alimentos que debemos tener en cuenta durante esta época para fortalecer nuestro sistema inmune. Además, evitar el exceso de carbohidratos refinados y alimentos ricos en grasas saturadas como la comida chatarra y la fritura.
2) Hidratación
Aunque en invierno no sentimos la misma necesidad de hidratarnos que en verano, es vital mantener un buen nivel de hidratación. El aire seco de la calefacción y las bajas temperaturas pueden deshidratar nuestro cuerpo y por lo tanto fatigarnos más rápido, aumentando la sensación de cansancio continuo.
3) Luz natural
La exposición a la luz solar es fundamental para la producción de vitamina D, la cual es crucial para el funcionamiento del sistema inmunológico y para mantener un buen estado de ánimo. En invierno, cuando los días son más cortos y pasamos más tiempo en espacios interiores, es importante buscar maneras de aumentar nuestra exposición a la luz natural. Comienza tu día trabajando cerca de las ventanas, da un paseo por la mañana o visita un parque en donde puedas estar al menos 15 minutos diariamente.
4) Actividad física
El ejercicio fortalece el cuerpo, pero también mejora el estado de ánimo. La actividad física regular ayuda a reducir los síntomas del TAE al aumentar los niveles de serotonina y endorfinas en el cerebro. Además, el ejercicio puede ayudar a mejorar la calidad del sueño, lo que es crucial para la salud mental y física. Se recomienda tener al menos 30 minutos de actividad física moderada al día.
5) Descansar
Un buen descanso nocturno es fundamental para mantener el sistema inmunológico fuerte y el bienestar mental. La falta de sueño puede debilitar nuestras defensas y afectar negativamente nuestro estado de ánimo. Es importante establecer una rutina de sueño regular y asegurarse de dormir entre 7 y 8 horas cada noche.
Mantén una rutina de sueño constante, evitando las pantallas al menos una hora antes de acostarte, y crea un ambiente relajante en tu habitación.
6) Compartir con otros
Mantener conexiones sociales positivas es vital para el bienestar general. El aislamiento social puede empeorar los síntomas del TAE. Si te cuesta organizarte con tus seres queridos, debido a distintos horarios o a la distancia, puedes incorporarte a actividades sociales como talleres de arte, tomar un curso profesional o participar de encuentros deportivos.
7) Enfócate en lo positivo
Mantener una mentalidad positiva puede marcar una gran diferencia en cómo enfrentamos el invierno. Esto no se trata de ignorar los desafíos o sentimientos negativos, sino de cultivar una actitud optimista y realista hacia las situaciones que enfrentamos. Practicar la gratitud, encontrar momentos de alegría en las pequeñas cosas y desarrollar la resiliencia emocional son formas efectivas de fortalecer nuestro bienestar.
8) Busca Ayuda
Si sientes que tus síntomas están prevaleciendo durante muchas semanas, es posible que necesites ayuda profesional para descartar otros factores que podrían estar influyendo en tu estado de ánimo.
Ahora que comenzó el invierno, es importante prepararnos para enfrentar las dificultades que se presentan durante esta época, y sin duda nuestro bienestar emocional es muy importante ¡No lo dejes de lado!
