Llega el invierno y además de la lluvia, el frío y los días más grises, nos enfrentamos a diversas enfermedades que aparecen o se acrecientan en esta época. Y es que, con el aumento de las enfermedades respiratorias, tan habituales en nuestro país durante los meses más fríos del año, es importante tomar medidas de precaución que nos ayuden a escapar de los temidos resfríos de invierno. Las gripes estacionales son una infección respiratoria aguda causada por un virus que circula en todas partes del mundo. Su gravedad va desde un simple resfriado, hasta causar el fallecimiento. Esto último se ve mayormente alterado si el infectado es un niño pequeño, persona mayor, embarazada o personas con enfermedades graves de base. Por esto y por la increíble alza de las enfermedades respiratorias, es necesario que tengamos una cultura de la prevención, especialmente desde el autocuidado de nuestro sistema inmunológico. Este sistema, es una compleja red de células, órganos y tejidos que ayudan al cuerpo a protegerse de las infecciones y enfermedades que lo atacan. Pero, el sistema inmune es muy delicado, por lo que existen factores físicos, nutricionales y emocionales, entre otros, que lo afectan y debilitan.

Las causas pueden ser muy variadas, desde una enfermedad autoinmune como el cáncer o el lupus, hasta la deficiencia de vitaminas por mala nutrición y/o absorción, cambios de temperatura, humedad, anemia, exposición a agentes contaminantes, depresión, estrés, traumas, etc. Existen muchas señales en el cuerpo que nos indican problemas en nuestro sistema inmune, muchas de ellas de rápida observación y otras que requieren revisión y diagnóstico médico.

Es importante considerar que nuestro sistema inmune es muy permeable a lo que como individuos podemos hacer para mejorarlo y fortalecerlo, incluso cuando estamos atravesando por una enfermedad de mayor gravedad, ya que además del tratamiento médico, nuestras acciones y decisiones de autocuidado pueden aportar mucho más de lo que creemos a una saludable recuperación.

Para descartar posibles enfermedades y otras razones por las que tu sistema inmune pueda estar debilitado, es necesario conocer tu estado de salud generalizado.

El ejercicio, el movimiento y en general una vida más activa, nos permite liberar sustancias beneficiosas para nuestra salud física y mental, que ayudan a mantener un estado de bienestar que fortalece nuestras defensas

En esta época es muy importante que tengas un plan de acción para enfrentar el invierno, considerando mejorar la calefacción de tu hogar, mejorar la ropa que se utiliza, etc. Además, evitar exponerse a cambios bruscos de temperatura.

Los aspectos sociales de un ser humano son fundamentales para mantenerse saludable, pues ayuda a mejorar el ánimo y a mantenerse en mejores condiciones, enviando sensaciones de bienestar a todo tu cuerpo.

El estrés es un estado que ataca directamente a tu cerebro, haciendo que éste envíe señales a distintas partes de tu cuerpo, incluyendo al sistema inmunológico, haciéndolo perder la capacidad para protegerte. Por esto se recomienda tratar el estrés como un problema médico.

Dormir es un proceso fisiológico necesario para nuestro organismo, ya que gracias al descanso podemos regular distintas funciones del cuerpo. Específicamente el sistema inmune puede verse directamente favorecido o afectado por nuestro sueño, ya que influye en la primera defensa (respuesta inmune innata) y en la memoria inmunológica. Duerme al menos 8 horas diarias y procura tener un descanso de calidad. Para ello proponemos comenzar una rutina de relajación de al menos 30 minutos antes de dormir, donde te desconectes de todo aparato electrónico y los estímulos y luces sean más tenues.

Referencias Sage Journals: Neurobiological and Systemic Effects of Chronic Stress